La comida ha terminado
y los blablablás han cesado,
son las 17.15 horas y no hay
nada más que hacer...
El calor lo llena todo,
pesa la hora en el estómago
y en la silla, incómodo ya,
el pensamiento me lleva hasta ti,
qué extraño acostumbrarme
a este nuevo silencio, ahora
que me gustaría regresar
a donde tú estás...
2 comentarios:
Me gusta tu poema, tiene un poso de tristeza sin ñoñería que lo eleva y dignifica.
Pero, como bien sabes, Dogen dijo: "Estudiar el budismo es estudiar el ego. Estudiar el ego es olvidar el ego".
Y, según la teología germánica, nada arde en el infierno, sino el YO.
Pero qué bien se pasa jugando al yo-yó: como se estira, como se encoge...
Por cierto, el que acaba de escribir lo de arriba soy YO, Atleta.
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