skip to main |
skip to sidebar
NUESTRA VERDADERA NATURALEZA
El elegante caballero se detuvo en el semáforo. Ante él se extendía un recién pintado paso de cebra, no pisado aún. Y de pronto se dio cuenta: Ése no era su mundo, ni lo había sido ni lo sería jamás. Así fue como se deshizo de su impropio atuendo y recuperó su libertad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario