Una vez vi en la Fnac a una chica con un pantalón muy ajustado, pero lo que me llamó tanto la atención fueron los labios de su coño, abultados y perfectamente dibujados, como a punto de reventar. Me quedé mirándolos y no podía creer que ella no fuera consciente. Si no hubiera sido porque había tanta gente se los hubiera tocado, como tratando de juntárselos y meterlos para adentro...
martes, 9 de enero de 2007
Una vez vi en la Fnac a una chica con un pantalón muy ajustado, pero lo que me llamó tanto la atención fueron los labios de su coño, abultados y perfectamente dibujados, como a punto de reventar. Me quedé mirándolos y no podía creer que ella no fuera consciente. Si no hubiera sido porque había tanta gente se los hubiera tocado, como tratando de juntárselos y meterlos para adentro...
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