Sentados a la mesa, el niño se levanta y va tocando las cabezas de la gente. Cuando llega a mí, le pregunto:
-Oye, pero tú qué quieres ser, peluquero?
Y el niño, sin dudar un ápice, responde:
-No, despeluquero.
Me acaba de dejar trastornado, me quedo mirándolo y pienso: Este chico quiere ir por la vida borrando peinados, deshaciendo las cabezas recompuestas de la gente. Y lo miro más aún, y él no se inmuta, y me mira fijo guardando silencio. Y pienso: Qué seis años más bien llevados…
1 comentario:
wow... que intenso...
DESpeluquero...
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