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viernes, 22 de marzo de 2013

EL LEGO REBELADO



















Al apagarse la luz del cuarto, el muñeco de Lego
encendió su linterna y comenzó a despeinarse.
No se había dado cuenta de que el niño aún estaba allí.
Después se abrió un poco el cuello de la camisa
y se dibujó unos pelos improbables en lo alto del pecho.
Encontró un espejo y ensayó una cara de rebelión,
la misma que acababa de comenzar en aquel cuarto,
en aquel momento, rodeado de geyperman y clicks de Famobil.
Lástima que ese pie gigante estuviera listo para sofocarla...










2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tengo un reloj Lego de plástico y colorines y siempre me ha dado la hora en punto hasta ayer noche cuando leí tu texto y, qué casualidad, se había parado el juguete. Cuando abrí la carcasa, para cambiarle la pila, no había pila.
Esta mañana he despertado y el reloj sigue funcionando y está en hora. Pero no pienso abrir la carcasa por 2 motivos, principalmente:
a)Si, como es lógico y natural, sigue la pila, ese gesto delatará el principio de la locura.
b) Si la abro y no está, estaré loco de remate.
Cabe una última posibilidad: que no esté la pila y que no esté loco. Entonces querrá decir que sigo soñando... Y, en ese caso, ¿quién eres tú, lector?

Atleta

A. Gova dijo...

¿Y si fuera el muñeco de Lego el que te estuviera jugando una mala pasada?
Pero no lo sofoques, déjalo que juegue...