viernes, 7 de diciembre de 2007
HOMBRES TAN EXTRAÑOS
Entre las dos líneas de fuego aparece un hombre caminando lento y desnudo. Los ojos que lo apuntan dudan, un hombre desnudo no es rival. Un hombre desnudo es tan extraño, tan indefenso… Qué es lo que matan, sino la insignia, el uniforme, la idea, el color, la creencia… No luchan hombres, sólo falsas representaciones. El hombre es el vehículo, el uso, el cuerpo de esa idea injertada. Y el hombre desnudo camina lento ajeno a sus juegos…
A. Gova
A. Gova
martes, 20 de noviembre de 2007
DIGITAL DREAMS
Suave y silencioso, el tren se desliza atravesado por los rayos dorados del amanecer. Somos los hijos del futuro imaginado por quienes nos precedieron, y desde esta mirada, desde esta vida, puedo ver cómo los raíles metálicos de todas las vías se entrecruzan.
El tren flota, se desliza, avanza un instante y en el cristal de enfrente va danzando el reflejo de las luces de la ciudad. Luces naranjas de semáforo, cruces verdes de farmacias, faros de coches y autobuses, luces rojas de frenada, reflejos distantes de algún móvil que se abre, como una flor digital de este siglo XXI…
A. Gova
El tren flota, se desliza, avanza un instante y en el cristal de enfrente va danzando el reflejo de las luces de la ciudad. Luces naranjas de semáforo, cruces verdes de farmacias, faros de coches y autobuses, luces rojas de frenada, reflejos distantes de algún móvil que se abre, como una flor digital de este siglo XXI…
A. Gova
lunes, 19 de noviembre de 2007
viernes, 16 de noviembre de 2007
En el guiñol de la sociedad hay personajes contentos con su papel, y ahí se quedan, ocultos tras una sonrisa vacía. Hay otros que buscan sin cesar un papel mejor, expuestos a una vorágine de emociones contradictorias. Y los hay que se han dado cuenta de que ambos papeles son el mismo, pero no saben salir del suyo porque en el fondo temen abandonarlo. Luego están los que al fin han conseguido liberarse del papel y no han de asumir ya ningún personaje más. Ningún personaje, ninguno, nada de nada. Nada…
lunes, 5 de noviembre de 2007
lunes, 8 de octubre de 2007
Hay un suave olor en el ambiente. El gusto paladea, la mandíbula se cierra. Soy el hambre.
La noche está aquí, misteriosa, derramada como una sustancia viva e imposible.
Se suceden explosiones dentro del cerebro, trata de despertar.
Los barcos no se ahogan, sólo se hunden.
Lejos, en los balcones, las mujeres se cotizan por 10. Soy el deseo.
El secreto está en lo imposible...
Hay luces que no se apagan.
Las olas no erosionan la orilla. La playa es un niño desierto. La luna le alumbra como una farola.
Las locas palmeras se estremecen con el viento. Puedo sentir cómo disfrutan.
El aguacero tiene una fuerza hipnótica, todo se renueva bajo su orgásmica ducha celestial.
La línea del horizonte se ha vuelto blanca y difusa, el mar y el cielo comulgan su sagrada unión.
Las montañas permanecen quietas mientras el faro gira y gira tratando de encontrar. Soy la búsqueda...
Tras cada amarre hay una mano. Tras cada mano, un nombre.
Esas barcas no esperan a los hombres. Las cuerdas las sujetan al muelle.
Esas barcas no saben quién sube o quién se baja, sólo flotan en el agua.
Van y vienen. Y no entienden de leyes ni derivas. Si no se amarran, el lugar no las detiene.
Pero nada las inquieta. Ni las olas, ni la tremenda tormenta.
Tampoco el sol las hace mella. Como mucho las desgasta, aunque sólo a tus ojos.
Esas barcas están ahí. No conocen el pasado y no tienen un futuro que temer.
No entienden nuestra jerga. Y sólo el agua, sólo el agua las mantiene...
THE MESSAGE
Hace unos años, una prostituta ocurrente, tras hacer el servicio y dejar al cliente dormido, dejaba un mensaje rojo escrito con pintalabios en el espejo del baño. En mitad de la noche, o quiza a la mañana siguiente, el hombre entraba al aseo y así, al instante, de manera tan intrascendente y repentina su vida cobraba un nuevo impulso. Pero la historia continúa de manera callada. Muchos de estos hombres seguían difundiendo el mensaje sin advertir a nadie. Algunos de ellos, al llegar a casa, lo seguían haciendo con sus esposas, novias o compañeras de la forma habitual. De estas relaciones nacieron niños a los que también llegó el mensaje. Muchos de ellos ya no están, el mensaje se agotó en sí mismos. Pero el mensaje no se agota, no se agotará jamás. Cuando el enigma de éste se haya resuelto, habrá otros nuevos. Y las viejas formas de expresión continuarán. Continuarán hasta que la última lombriz humana, hasta que el último gusano se haya transformado y echado a volar. Pero para entonces quizá no quede ya ni seda con que tejer el capullo...
A. Gova
miércoles, 12 de septiembre de 2007
miércoles, 5 de septiembre de 2007
martes, 14 de agosto de 2007
ELLA ES CHAMPÁN
La veo avanzar desde el fondo de la sala y es potente, dios, es potente, mira qué pechos, te dices, si está asfixiando la camiseta, qué tensión, dios, qué divina tensión, cómo me impresiona, me da vértigo mirar, qué diseño de hembra, qué recuerdo aún sin vivir, qué ansias de bocado, qué maldita atracción, mírala cómo avanza, lenta como una pantera bella, qué sollozos habré de escuchar, rubia en su melena loca de aguas bravas, loba y sudorosa mientras la cabalgo anclado a su grupa y la atizo con la palma, zas!, zas!, jía jía caballita, sabes ya qué música prefiero? Domada zorra, ojos idos, lengua fuera, babas lentas como un río aletargado, súplicas y más súplicas ya satisfechas, dedos extendidos, muslos temblorosos, esto es una iglesia, encendamos una vela, pura devoción...
A. Gova
A. Gova
domingo, 12 de agosto de 2007
viernes, 13 de julio de 2007
MEDIANOCHE ORIENTAL
Es de noche y está sentado a solas, en el balcón. El aire lo baña todo, una ligera brisa fresca acompañada de una sucesión de cucharadas al helado de tres chocolates, nata y dulce de leche que abunda en su taza. La gente pasea tranquila, mientras sueña el saxo tras la esquina. Una mujer se asoma tres balcones más allá, falda ligera a la rodilla, blusa de manga corta y negra, coleta grácil, rubia y un pitillo entre los dedos. Está inclinada y apoya los antebrazos sobre la barandilla. No la conoce, no sabe quién es, y vive a tan solo unos metros de distancia, a la misma altura desde el suelo. Nunca la había visto, nunca había visto a nadie en los balcones contiguos y por eso mismo su sorpresa ha sido mayor. La observa plenamente en su perfil mientras se sabe ajeno a su mirada. Tiene la sensación de que en cualquier momento se va a girar y lo va a ver. Y no sabe si perseguirle la mirada o disimular y mirar alrededor, como si fuese un hecho tan natural y no un milagro de la conjunción de seres y lugares en el Tiempo. Ella de pronto se gira y parece no haberle visto, pero un giro sobre el giro instantes después se lo descubre ahí sentado, mirándola. Por un momento su cabeza permanece estática, pero él ya está simulando distracción y no sabe qué ha sucedido con los ojos de la chica, si lo habrán buscado abundantes de preguntas sin respuesta o habrán viajado alrededor de la media noche tratando de hallar ingrávidas respuestas. El tiempo los ha juntado allí por un instante, habitantes solitarios del balcón entregados al oscuro ensueño de la hora, y pronto el tiempo los va a perder. A quién le importa. Ahora sus ojos bucean en la cercana distancia y chocan contra la estatua de la plaza. Sentado en el taburete, profundiza en las sensaciones. Y se imagina lanzado como un cohete desde su posición en el balcón y siente que se incrusta contra la rampante estatua ecuestre de en medio de la plaza. Se acaba de estampar contra ella pero necesita otra propulsión. Ahora se imagina que vuelve a ser lanzado en la horizontal y se estrella contra el salón de recepciones de Palacio, a su misma altura, a su misma... Ya está en Palacio, estampado en un balcón. Después se pierde en la fachada de enfrente y se hace presa de lo gris. Qué presencia la de la piedra, qué extraña la materia, se dice, mientras comienza a pellizcarse para darse cuenta de que está. Aún no sabe qué le diferencia de la roca...
A. Gova
A. Gova
miércoles, 13 de junio de 2007
OUT OF TIME
martes, 5 de junio de 2007
Ahí estoy otra vez, enfrente, el músico de jazz inclinado tocando el saxo en la hornacina apagada. Los objetos están muy quietos, me apaciguan, ninguno se mueve mientras Erik Satie palpa mis oídos con sus dedos y me serena. Solo, solo en la sala, solo. La quietud rodea al gusano de mi pensamiento sin que apenas se perciba. Sólo el gusano se sabe a sí mismo.
El músico de jazz con su camisa blanca y su pajarita roja, y su sombrero. Su moflete hinchado parece un chichón. Los labios obscenamente abiertos sobre la punta del saxo, respira ampliamente por la nariz. Las gafas esconden su mirada perdida dentro de las notas azules.
El músico de jazz hecho de cartón quizá tuvo su momento de esplendor en la hornacina, pero se le apagó la luz y ahí sigue, haciendo que toca, aunque sospecho que tras esas gafas oscuras ya no hay más que unos ojos de nata cuajada por el tiempo…
jueves, 24 de mayo de 2007
Miro al cristal de enfrente y no lo encuentro, debería estar ahí pero no está. Su gorra flota sobre el cuello de la camisa, pero ni rastro de su cabeza. El tren nos lleva lento por el túnel. Ahora chirría y se detiene. Mis ojos afinan la mirada, trato de penetrar al fondo del reflejo. Imposible dar con él, este hombre es invisible en los cristales. Ahora el tren avanza raudo por el túnel, y la gorra se levanta sin cabeza. Ya está entrando en la estación, y persigo su cabeza. La luz de la estación se la ha devuelto toda, y la suya es negro mate…
Lyric version from "Underground Vampire"
martes, 22 de mayo de 2007
SOBRE LA FIRMA
lunes, 21 de mayo de 2007
UNDERGROUND VAMPIRE
Miro al cristal de enfrente y no lo encuentro, debería estar ahí pero no está...
Este hombre negro que está sentado a mi izquierda no tiene reflejo.
Su gorra flota sobre el cuello de la camisa, pero ni rastro de su cabeza. [El tren avanza lento por el túnel. Ahora chirría y se detiene.]
Imposible dar con él, este hombre es invisible en los cristales.
Y ahora no sabe que yo sé que es él el vampiro underground…
A. Gova
domingo, 20 de mayo de 2007
REFLEXIONES SOBRE LA PALABRA
sábado, 19 de mayo de 2007
POLILLA MARRÓN SOBRE FONDO BLANCO
TITEL
Se calzó sus Chelsea Boots,
oscuros guantes para sus pies de zorro viejo,
entallada la chaqueta, los Rolling en su pecho,
señales todas de su única bandera…
había un aire de perfume impregnando todo el cuello,
el pelo largo, la barba libre, las ganas vivas…
salió de casa, miró la hora, arrancó el motor,
justo antes, un momento antes de echar a andar
escribió este mensaje:
“Joderrrr! Cómo ciñen las mujeres! Una buena hembra.
Un cubata y un buen disco de rock! Y la vida resuelta!”
A. Gova
oscuros guantes para sus pies de zorro viejo,
entallada la chaqueta, los Rolling en su pecho,
señales todas de su única bandera…
había un aire de perfume impregnando todo el cuello,
el pelo largo, la barba libre, las ganas vivas…
salió de casa, miró la hora, arrancó el motor,
justo antes, un momento antes de echar a andar
escribió este mensaje:
“Joderrrr! Cómo ciñen las mujeres! Una buena hembra.
Un cubata y un buen disco de rock! Y la vida resuelta!”
A. Gova
viernes, 18 de mayo de 2007
CARNIVAL IS OVER
Primero fue el teléfono fijo. Más tarde el telefonillo.
Un día se levantó y cortó los cables al timbre de la puerta.
Después dejó que el móvil se apagase lentamente
y expirara, como una muerte sin ruido.
Hasta que sólo la casualidad te pudiese llevar a él.
Pero esa casualidad no existió nunca, y no sabes por qué…
A. Gova
jueves, 17 de mayo de 2007
lunes, 14 de mayo de 2007
sábado, 12 de mayo de 2007
LA ABEJA REINA
Dedicado a B.
Como hormigas, ellos trazan un camino que comienza por sus pies, sube por sus rodillas, va girando en sus muslos, se enrosca en su sexo y después desaparecen, ahogados al fin por el flujo que ella misma dosifica…
En su libreta, ella escribe con letra clara y boli azul. Entre fechas, frases y dibujos, lo que más me llama la atención son sus listas. En pequeñas columnas, ella escribe nombres propios que forman grupos. Una lista dice: Rubén, Alfredo, Raúl, Tomás, Javier, Jesús, Mario. Sobre este grupo ella escribe: Sexo Oral. La columna de al lado está formada por Alberto, Juan, Ernes, Pepe, David, Joseluis, Miguel. Sobre este grupo se puede leer: Sexo Completo.
Entonces mis dedos señalan ambas listas y la miro sonriente. Ella me mira y, asintiendo, me sonríe. Comienza aquí un discurso sobre el papel central del sexo femenino que desmonta tópicos y contradice lo que se ha pensado durante tanto tiempo de la primacía del sexo masculino. Y habla de la abeja reina. Aquí se para un momento, me mira y acto seguido espeta: “Pues sabes lo que te digo? Que ahora soy yo la puta reina!”
Se le acaban de quedar los ojos en el limbo y su cabeza afirma ahora sin cesar. En silencio yo la observo, no la debo interrumpir. Lejos, lejos aún puedo oír un vibrante batir de alas que ya se acercan. Será a ella a quien persiguen…?
A. Gova
Como hormigas, ellos trazan un camino que comienza por sus pies, sube por sus rodillas, va girando en sus muslos, se enrosca en su sexo y después desaparecen, ahogados al fin por el flujo que ella misma dosifica…
En su libreta, ella escribe con letra clara y boli azul. Entre fechas, frases y dibujos, lo que más me llama la atención son sus listas. En pequeñas columnas, ella escribe nombres propios que forman grupos. Una lista dice: Rubén, Alfredo, Raúl, Tomás, Javier, Jesús, Mario. Sobre este grupo ella escribe: Sexo Oral. La columna de al lado está formada por Alberto, Juan, Ernes, Pepe, David, Joseluis, Miguel. Sobre este grupo se puede leer: Sexo Completo.
Entonces mis dedos señalan ambas listas y la miro sonriente. Ella me mira y, asintiendo, me sonríe. Comienza aquí un discurso sobre el papel central del sexo femenino que desmonta tópicos y contradice lo que se ha pensado durante tanto tiempo de la primacía del sexo masculino. Y habla de la abeja reina. Aquí se para un momento, me mira y acto seguido espeta: “Pues sabes lo que te digo? Que ahora soy yo la puta reina!”
Se le acaban de quedar los ojos en el limbo y su cabeza afirma ahora sin cesar. En silencio yo la observo, no la debo interrumpir. Lejos, lejos aún puedo oír un vibrante batir de alas que ya se acercan. Será a ella a quien persiguen…?
A. Gova
jueves, 10 de mayo de 2007
COMPLEMENTOS CIRCUNSTANCIALES
Su pareo, sus flores en el pelo largo, liso como el agua,
tan negro, su bañador blanco y húmedo, su piel fría,
su pecho envolvente, sus labios como una fruta,
su culo de impresión, el acantilado de sus caderas,
su forma de llevarse la aceituna a la boca, sus dientes
en la copa de cristal, las primeras palabras, los primeros
gestos, su presencia en la habitación, el polvo, el primer polvo,
el glorioso primer polvo en que le ahogó. Después se dijo: Ésta es.
Pero la voz de ella acababa de romper en pedazos el silencio: Son 90...
A. Gova
domingo, 6 de mayo de 2007
Sentados a la mesa, el niño se levanta y va tocando las cabezas de la gente. Cuando llega a mí, le pregunto:
-Oye, pero tú qué quieres ser, peluquero?
Y el niño, sin dudar un ápice, responde:
-No, despeluquero.
Me acaba de dejar trastornado, me quedo mirándolo y pienso: Este chico quiere ir por la vida borrando peinados, deshaciendo las cabezas recompuestas de la gente. Y lo miro más aún, y él no se inmuta, y me mira fijo guardando silencio. Y pienso: Qué seis años más bien llevados…
viernes, 4 de mayo de 2007
miércoles, 2 de mayo de 2007
CIUDADES ABANDONADAS
Tan bellos en sus cuerpos espirales, con sus cuernos y sus ojos flotando allá en lo alto, tan lentos, y tan lentos que les sobra todo el tiempo, tanto el tiempo…
Bajo por la cuesta a paso acelerado y comienzo a verlos. Sobre la acera, orillados aún pero orientados fatalmente hacia el centro de la calle, pienso en ellos y en su falta de conciencia por lo que está por suceder.
Haberse despertado esta mañana, tan nublada, para que el tropel de pies rompa sus vidas una a una, así sin más, por estar ahí.
Hace muy poco que han abandonado el verde, ese espacio profundo en que nacieron. Ahora avanzan ciegos por el gris.
Ya se acercan los primeros pasos, tras de mí, sin que apenas sospechen unos de otros que ahí andan, persiguiendo sueños a estas horas tan tempranas…
A. Gova
martes, 1 de mayo de 2007
lunes, 30 de abril de 2007
domingo, 29 de abril de 2007
sábado, 28 de abril de 2007
jueves, 26 de abril de 2007
MEMORIA DEL FUEGO
EL ECLIPSE
miércoles, 25 de abril de 2007
CRÓNICAS DE LA SUPERPOBLACIÓN
Medidas Gubernamentales I
Empezamos a caer como moscas.
Su primer acierto ha sido poner cuchillas
en los filos de las puertas automáticas.
El espectáculo es atroz.
Hay quienes no lo resisten y entregan sus cabezas
para que todo acabe cuanto antes.
Ayer, la cabeza de una señora vino rodando hasta mis pies,
parecía que riera...
A. Gova
Empezamos a caer como moscas.
Su primer acierto ha sido poner cuchillas
en los filos de las puertas automáticas.
El espectáculo es atroz.
Hay quienes no lo resisten y entregan sus cabezas
para que todo acabe cuanto antes.
Ayer, la cabeza de una señora vino rodando hasta mis pies,
parecía que riera...
A. Gova
miércoles, 18 de abril de 2007
NUEVOS TIEMPOS PARA LA FE
lunes, 16 de abril de 2007
LAS HORAS
sábado, 14 de abril de 2007
ENSAYO SOBRE LA FAMILIA
viernes, 13 de abril de 2007
jueves, 12 de abril de 2007
ESPECIES PROTEGIDAS
martes, 10 de abril de 2007
LOS DUEÑOS DEL SOL
Por aquel entonces, cuando ya estaba todo comprado, aquellos hombres comenzaron a vender el sol por hectáreas. Más adelante, sus flamantes dueños, pensando en cómo podían rentabilizar su interesante posesión, se pusieron de acuerdo en alfombrar los cielos e impedir que la gente disfrutara de su luz, excepto aquellos que pagaban los derechos...
A. Gova
A. Gova
miércoles, 4 de abril de 2007
ENTRE AMIGOS
Íbamos caminando mi amigo y yo por la recién inaugurada ribera del Manzanares, hablando distendidamente sobre lo divino y lo humano, sobre si existía dios, sobre las mujeres, el vino y la paella, sobre nuestros planes de futuro, si tendríamos hijos o no, sobre nuestras metas en la vida, sobre nuestras fobias, cuando de pronto, un silbido proveniente de todas partes del planeta nos desconcertó tanto que cada uno perdió la noción del otro, sin saber muy bien hacia dónde tirar. De repente, un gran estruendo lo detuvo todo, y por un momento el tiempo, la vida y el latir de mi corazón se estancaron. Cuando volví en mí y comencé a percatarme de lo sucedido no daba crédito. Miré a mi amigo y humeaba. Aún caliente, me hinqué de hinojos y pensé en él como el resplandeciente abogado que hubiera sido. La vida, Arturo, está llena de sorpresas, me decía…
A. Gova
A. Gova
LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ
El viento llegó primero en forma de suave brisa, dejando una agradable sensación de caricia que provocaba el bienestar general. Pero duró poco. Pronto esa caricia se transformó en insulto, y poco más tarde en bofetada. La gente ya no salía de sus casas porque sentían miedo, y rápidamente, quizá con ayuda del propio viento, se difundió el rumor de que aquel viento era una encarnación del maligno, por lo que había que quedarse en casa resguardado y no exponerse a él mientras durase.
Una noche, acababa de discutir con mi novia porque se había quedado sin tabaco y me oponía a que saliera a la calle a buscarlo, aunque pudiera haberlo en la tienda abandonada de la gasolinera de enfrente. Era sólo un instante de riesgo que para ella merecía la pena correr. Aquella noche su mono fue en aumento y al fin decidió salir. Pero en cuanto cerró la puerta, una sensación de angustia se me dibujó en el ánimo. Me quedé mirando por el balcón velando por ella por si algo indeseado sucedía. La vi cruzar la calle sola, ella era la única persona allí, todo lo demás eran bolsas de papel, botellas de vidrio, latas y un largo e indefinible etcétera. De pronto se detuvo en mitad de la vía, se giró lentamente, me miró y noté que algo no funcionaba bien. Su rostro me lo decía. Un segundo después ella desaparecía volando entre el resto de cosas que el viento se llevaba. Se me fue el alma. En mi vista quedó grabada la imagen de su brazo alzado diciendo adiós…
A. Gova
Una noche, acababa de discutir con mi novia porque se había quedado sin tabaco y me oponía a que saliera a la calle a buscarlo, aunque pudiera haberlo en la tienda abandonada de la gasolinera de enfrente. Era sólo un instante de riesgo que para ella merecía la pena correr. Aquella noche su mono fue en aumento y al fin decidió salir. Pero en cuanto cerró la puerta, una sensación de angustia se me dibujó en el ánimo. Me quedé mirando por el balcón velando por ella por si algo indeseado sucedía. La vi cruzar la calle sola, ella era la única persona allí, todo lo demás eran bolsas de papel, botellas de vidrio, latas y un largo e indefinible etcétera. De pronto se detuvo en mitad de la vía, se giró lentamente, me miró y noté que algo no funcionaba bien. Su rostro me lo decía. Un segundo después ella desaparecía volando entre el resto de cosas que el viento se llevaba. Se me fue el alma. En mi vista quedó grabada la imagen de su brazo alzado diciendo adiós…
A. Gova
martes, 3 de abril de 2007
CALEIDOSCOPIO
ERNESTO
JUNGLE BOY
lunes, 2 de abril de 2007
YES, SIR
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